La exnúmero uno del mundo Serena Williams acaparó de nuevo toda la atención en Flushing Meadows a pesar de haber perdido la final del Abierto de Estados Unidos frente a la joven japonesa Naomi Osaka (6-2, 6-4), en un partido marcado por controversias y penalizaciones.
Wiliams, que se quedó a las puertas del séptimo título del Abierto de Estados Unidos, y del vigésimo cuarto de Grand Slam, acusó directamente al juez de silla, el portugués Carlos Ramos, de “sexismo”, durante la rueda de prensa tardía que ofreció tras el partido.