Prosigue el sueño en Francia, convertida en una fiesta desde la victoria en el pasado Mundial, entregada a unos jugadores que, guiados por un brillante Kylian Mbappé, prolongaron la jarana ante Holanda (2-1) en su reencuentro con el público galo en el segundo duelo de la Liga de Naciones.
El atacante de 19 años está decidido a dejar su huella en la selección y firmó una actuación cargada de ambición, que puso patas arriba la defensiva apuesta de Ronald Koeman ante los campeones del mundo.